Translate
lunes, 3 de octubre de 2016
Un buen descanso, un mal sueño
Etiquetas:
cuento breve,
cuento corto,
cuentos,
fantasia,
literatura,
poem,
poemas,
poesia,
poetry,
relato,
relatos,
storyteller,
sueños,
thriller
lunes, 1 de agosto de 2016
Los 3 últimos acordes
Los 3 últimos acordes
Por: José Antonio Calvo
3 acordes sonaban detrás de esa última puerta. Con mis amigos temerosos queríamos descubrir cómo en esa habitación, tan olvidada, tan extraña, podían escucharse esos sonidos. Sería ¿un indigente? No, no podían entrar al edificio por no tener llaves. Sería ¿un vecino? No se, no he escuchado a nadie en los 3 pisos practicando. Será ¿un fantasma? Cómo afirmarlo o negarlo sin comprobarlo. La madera crujía en los pies de los 3 chicos al aproximarse a la puerta. La vista del pasillo se hacía cada vez más oscura, la iluminación era de un color mortecino, casi que la luz pedía a gritos ayuda para dejar cada rincón despejado. Un olor a rata muerta se percibía en el ambiente. ninguna corriente de viento se hacía presente en ese angosto... ¿angosto? ¿cuando se hizo tan pequeño? - oigan muchachos que paso acá. No lo sabemos, sólo se hizo así. Por favor Manuel, terminemos esto, ya me está dando miedo, además José y yo, dejamos cosas pendiente en casa. Ok ok. Vamos- al sonar estas palabras el trote aumento. Los 3 jóvenes en su diligencia, se dirigieron a descubrir el misterio de los 3 acordes. El piso seguía crujiendo, pero al llegar a la puerta todo ruido cesó. Un viento frío pasó por la nuca de los 3. Las pestilencias pasaron a ser inholoras. Manuel giro el picaporte, la puerta se abrió y la visión de un caballero con traje de sinatra, sentado de espalda, viendo hacia la ventana, fue algo que los confundió a los 3, no sin antes escuchar las últimas palabras de ese dia. -manuel, José y Luis, pasen, estas 3 cuerdas que le quedan a mi guitarra se las tengo reservadas para sus CUELLOSSSSS-
La puerta se cerró con un estruendo a sus espaldas y 3 gritos algo sórdidos se escucharon en los pasillos de ese viejo edificio.
Etiquetas:
acordes,
asesino,
cuento breve,
cuento corto,
misterio,
relato,
storyteller,
thriller
lunes, 25 de julio de 2016
Una creencia lo cambia todo.
Una creencia lo cambia todo
Por: José Antonio Calvo
Los terrores nocturnos no lo dejaban en paz. Noche tras noche, el televisor daba sus noticias sin parar, mientras él trataba de conciliar el sueño. En las mañanas su comida llegaba a su parte, y el como un animal en cautiverio la recogida a través de una rejilla. Ya no aguantaba mas tener que enfrentar todas las noches a sus peores pesadillas - quizás si salgo de mi casa, a ver la luz, podre dormir mejor. Tendre mas energia, eso vi por la televisión, que el ser humano como las plantas en ocasiones necesita luz solar para procesar algunas cosas, sí, creo que eso decian en discovery channel. Es lo que haré, ya me toca socializar - diversos sonidos de pasadores se oían. Mientras la puerta se abría, un chillido y crujido se escuchó. Una mirada sagaz, se asomo por una línea que se formó entre el marco y la puerta - con que el mundo no ha cambiado, sigue destruido y los dictadores siguen al mando. Creo que prefiero luchar contra mis propios demonios que con los de otros- todos los pasadores volvieron a cerrarse. En esos minutos pasó el cartero y dejo el correo en la casa de enfrente. Se giró y vio la escena - ese loco espero no salga de su casa, me daría miedo tener que darle su correo -
En el periódico de la acera se leía "Candidatos demócratas dominan las urnas" , "Convenios internacionales de comercio le permiten a los grandes consumidores disminuir el gasto de recursos no renovables", "El efecto invernadero ha retrocedido y la temperatura mundial disminuyó 2 grados" - ese señor no sabe que se pierde de uno de los mejores momentos de la humanidad. Todo por no querer dejar su zona de confort, que mal -
sábado, 23 de julio de 2016
Música que dicta el tiempo
Música que dicta el tiempo
Por: José Antonio Calvo
- ¿Cuándo has visto a alguien
insatisfecho con lo que escucha en sus auriculares? la verdad cuando voy en el
metro observando a los jóvenes, niños, adultos con sus audífonos y eligiendo de
su playlist su música favorita, no les veo un pizca de sufrimiento, dolor o
tristeza. Estoy dentro de esa misma población. Aunque en estos momentos aun no
estoy escuchando mi playlist favorito. Solo estoy meditando sobre las
consecuencias de mi renuncia y lo que le traerá a mi devenir. Fuera de eso,
creo que estaré bien. SI… lo estaré-
Saludo a todos los pasajeros, quienes se
dirijan al norte de la avenida central, bajarse en la siguiente estación y
deben tomar el vagón H4 (sonido de parlante en todo el vagón)
Saludo a todos los pasajeros, quienes se
dirijan al norte de la avenida central, bajarse en la siguiente estación y
deben tomar el vagón H4 (sonido de parlante en todo el vagón)
- Bueno mi parada ha llegado, será en el
otro vagón en donde deje de meditar y pensar en la inmortalidad del cangrejo y
escuche un poco de música en mi ip…-
Miradas extrañas. Risas. Miradas de
prejuicio, todo eso sentí en mi espalda cuando me revisaba los pantalones y no
encontraba mi ipod. Que torpe, me advirtieron que robaban en el metro, pero
esto es ridículo, no sentí en ningún momento cuando me lo sacaron del bolsillo.
-Este día no podía empeorar, sin trabajo
y ahora sin música, falta que el dinero que llevaba en el otro bolsillo…. Si;
fue robado también…Rayos, por lo menos los cigarrillos se quedaron en mis
bolsillos frontales- sonidos de pisadas saliendo del vagón. Personas
murmurando. Ruedas rechinando. Teléfonos sonando. Olor a sobaco. Músicos
callejeros. Música de ascensor en todos los parlantes de la estación. – Si, he
llegado a la estación –
Mientras caminaba hacia el vagón H4 y
maldecía mi suerte, pensaba que en ese instante podría estar escuchando a Bill
Evans y Stan Getz, con su piano y saxofón creando magia en mis oídos. Pero
noooooo, tenían que robarme. – No me queda de otra, debo irme a casar y ver que
hago con mi vida de ahora en adelante- mirada rápida hacia el reloj 9:15pm-
-Rápido, rápido, se me hace tarde para
llegar a casa y el vagón se irá pronto – una mirada rápida hacia el andén del
H4 – ashh tendré que pasar por la peor zona, donde se encuentran todos los
parlantes-
Aumente un poco mi trote para evitar
escuchar, sonidos que al unirse no sé si hacían música, o era una nueva forma
de tortura, traída desde la 2da guerra mundial para hacernos sufrir. Fuera eso,
o no, decidí seguir rápido mi camino, sin embargo, cuando algo toca la puerta,
uno se pregunta ¿debo abrirla o quedarme con la duda de que pasaría si no la
abro? En este caso, di un paso adelante y encontré algo para aliviar mi
sufrimiento esa noche - ¡Que! ¿Qué hace un MP3 ahí tirado en el suelo?... Ahora
resulta que tu dios, me pones a prueba, me robaron y ahora me toca elegir en si yo robo o devuelvo ese
objeto perdido, pues sabes que, basta de tener tanta mala suerte hoy. Oiré la
música que traiga ese aparatico y después me las arreglo para devolvérsela a su
dueño, así todos ganamos, ¿no lo crees así dios? – No lo creo así – (mierda, si
mis oídos no me engañan creo que dios me respondió) – No seas estúpido, no soy
dios, agarra esa vaina y llévatela a tu casa bobo, con tal a quien se la vas a
dar ¿a la policía? Pfff probablemente se lo queden ellos, dale tu un mejor uso
– mientras oía estas palabras a mis espaldas, paso un joven como de mi edad, a
un trote rápido – si no lo tomas tu, lo tomare yo, así que elige rápido quedado –
como si un comando que hackeo mi cerebro se fuera instalado, corrí rápidamente
y tome el MP3, cuando busque a esa persona… ya no se encontraba en el andén.
Un gran reloj en el andén, titilante
marcaba las 9:46pm. - El tiempo paso volando, y el ultimo vagón H4, pasa a las
9:50pm- ruedas del vagón rechinando se escuchaban al fondo, y una brisa que
movió los papeles sueltos y mi cabello- Que curioso es todo, me roban, y no
una, sino dos veces, luego prueban mi moral y ahora debo pensar si llegar a
casa en metro o caminando con un promedio de 2 horas a pie. Una vez leí en un
libro de psicología, que el Yo, debe controlar algo así como el Ello y el Super
YO, que si el Ello predomina, los deseos se cumplen sin control y si el superyó
domina, andaré como doña teresa de Calcuta cumpliendo moralidades… nahh que va,
hoy quiero sentirme bien sin importar consecuencias, ya he sido castigado
mucho.
Mirando hacia todos lados, esperando que
nadie me juzgara. A pesar de que me decidí
a agarrar el MP3, aun sentía la culpa, de seguro a esto se refería Freud con el
Super Yo. Llamando a todos los pasajeros,
el último Metro esta por partir, todos abordar – Ahí está mi último aviso.
Mañana resuelvo mi dilema moral, hoy solo quiero llegar a casa – Salí corriendo
y logre entrar justo cuando las puertas se cerraban. En el vagón solo se
encontraba un señor mayor, una pareja y una madre con su hija pequeña. Era de
esperarse, son casi las 10pm, ya la mayoría de las personas están su casa.- Sin
nada más que esperar, encomendé a mis manos y a mis ojos a revisar que música traía
el reproductor – Mmm que raro, quien deja un mp3 solo con 3 canciones-
En el monitor solo se veían:
·
Bill Evans “Night and Day” 7:36
·
One Republic “Whetever I go” 2:49
·
Foo Fighters “All my life” 4:13
- Aunque todas son de mi agrado, me
parece sumamente extraño que una persona solo escuche 3 canciones – seguí revisando
y no encontré nada fuera de lo común. – El total de reproducción me es suficiente
para llegar a casa. Estaré entretenido durante el viaje, al fin algo positivo-
Cuando pulse el botón de play en la canción
de Night and Day mi alrededor comenzó a ir más lento, mi respiración disminuyo,
el sonido del tren se escuchaba grave, las voces de las personas se oían como
unos borrachos, al asomarme por la ventana las luces se percibían como
liquidas, casi como si de mercurio fluyendo se tratase – l a s
e n s a
c i o n
e s i n
c o m p a
r a b
l e – mis palabras fluían demasiado
lentas, pero mis pensamientos mantenían su velocidad. Una locura total, este
mp3 tiene una extraña habilidad para controlar el tiempo. ¿Qué pasara si cambio
la canción, el tiempo seguirá disminuyendo o seguirá avanzando más rápido?
Pantalla del mp3 titilando, seleccionar. All my life. Play the music….
Nada
Paso. Y el tiempo volvió a
la normalidad – De seguro solo fue un juego de mi mente, ya es tarde y estoy
cansado. Esto suele sucederme a estas horas- faltaba poco para llegar a mi
hogar, y en lo único que podía pensar era en la música que iba a escuchar a
penas entrara a mi cuarto esa noche. De seguro la luna tendría un brillo
particular, porque así ha sido durante todo este mes. Quiero ya salir de este vagón
y verla. No me importa si es apenas al salir de la estación, o justo al momento
de entrar a casa. Quiero sentir su luz en mi rostro. Este día, quiero cerrarlo
con broche de plata; el de oro está sobrevaluado. Ya estoy por llegar, así que oiré
la última canción.
Pantalla del Mp3 titilando, seleccionar. Whetever i go. Play the
music
A veces me he preguntado ¿la magia existirá en este
mundo? Si de verdad existiera, de seguro se sentiría como esto. Ni las leyes de
la física descrita por Einstein podrían explicar esto. Mientras la luz de la luna
plateada bañaba mi cuerpo, en el balcón de mi apartamento, yo me dedicaba a
tatarear la última canción que invadió mi ser. La naturaleza de lo ocurrido después
de escuchar esa canción, no le puedo dar explicación, pero siento que lo único que
puedo explicarte querida, es que, medir el tiempo con la música, le da otro
sentido a la vida, o creo que a la mía se la dio hoy. Muchas personas rezan
para que sucedan milagros. Se arrodillan y cuentan sus plegarias. Yo hoy, no
hice ni uno ni lo otro, pero un hito maravilloso sucedió. Me dejo contemplar
este esplendido resplandor, y por si fuera poco, me permitió contemplar esa
silueta tuya desnuda, acompañada de sombras que le dan a nuestro cuarto un contraste
sin igual.
Bendita sea la música. Constantemente demuestra su
valor ante cualquier situación. Mas cuando son eventos que te quieres saltar
sin prestar mucha atención a lo que se ha dejado atrás.
Etiquetas:
bill evans,
cuento breve,
cuento corto,
fantasia,
foo fighters,
jazz,
mp3,
musica,
one republic,
relatos,
rock
Suscribirse a:
Entradas (Atom)